Agradecimiento de una rescatada a los Bomberos de Motilla del Palancar
Una periodista Madrileña ha hecho llegar a nuestras oficinas un artículo de agradecimiento al cuerpo de Bomberos de Motilla del Palancar, donde tras estar disfrutando de un viaje, sufrió un desgraciado accidente y fué rescatada por el mencionado cuerpo de Bomberos de nuestra localidad.
Con el siguiente artículo su intención es agradecer publicamente su amabilidad y profesionalidad en un momento tan complicado para ella, por lo que reclamamos tu ayuda para compartir esta noticia en tus Redes Sociales con la intención de que sus rescatadores puedan recibir este merecido agradecimiento.
El artículo redactado por nuestra protagonista es el siguiente:
AGRADECIDO HOMENAJE A MIS HEROES RESCATADORES
En algún lugar de la Mancha, en una tarde que preferiría olvidar… paseaba por el campo, disfrutando de la luz brillante de la primavera, del azul de un cielo, que parecía pintado por Velázquez… Respirando el rocío sobre la hierba, los efluvios de las sabinas, concentrada en en cada paso. Parecía el paseo perfecto.
Una pausa para admirar el paisaje, hacer fotografías. Un despiste de un segundo, una piedra en el camino, un resbalón, y caí al suelo con la pierna quebrada, quedé postrada al borde del abismo.
Primero llegó la ambulancia y en ella Patri. Se sentó conmigo, consolándome, animándome (Como dicen que todo desastre tiene su lado bueno. Tengo que reconocerlo. Hice una amistad) Me ofreció charla, afecto, me entretuvo a la espera de los Bomberos.
Le conté las muchas veces que en el trabajo, los bomberos me habían rescatado, cuando los vetustos ascensores se quedaban colgados. Recordé que entonces bromeaba admitiendo que la ventaja de tan inoportuno inconveniente, era ser rescatada por un bizarro, gallardo bombero.
Esta vez era un rescate real, complicado. La brigada, comandada, coordinada por su jefe David, me alzó en el aire a la de tres, con exquisito cuidado, para no causar más dolor, en cada instante pendientes de mis quejidos o gestos de congoja. Me arroparon para resguardarme del frío, me envolvieron con cálidas palabras para protegerme contra la conmoción... Yo les seguí las bromas para olvidar mi pesar.
El camino, que a mi pierna perfectamente sana, le había parecido corto y ligero, se hizo largo, cargados conmigo, aunque caballerosamente comentaron que era un peso ligero.
Con profesional esmero, me instalaron en la ambulancia, y se despidieron, deseándome una pronta recuperación.
Una mala pata... La pesadilla acababa de comenzar. No era un mal sueño. Más bien, como dijo aquella gran sabia: Una mala noche en una mala posada.
Por cierto, aunque ya haya pasado San Valentín, si alguna lectora está deseando iniciar un romance, entre los héroes rescatadores, quedaba un caballero soltero. Puedo dar fe de que es serio, sensible, sexi... Sin embargo, encarecidamente le recomiendo a la interesada, que busque mejor pretexto o subterfugio que el mío, para entablar amistad (Razón: Parque de Bomberos de Motilla)
Firmado: Rescatada y agradecida.