El doble crimen de Morate: Cinco años de los asesinatos de Marina y Laura
"Si me sale como yo tenía pensado no me pilláis". Es lo que le dijo Sergio Morate a uno de los policías nada más aterrizar en Madrid tras ser detenido en Rumanía por los asesinatos en Cuenca de su exnovia Marina y su amiga Laura. Cinco años después, los investigadores reconstruyen para Efe el doble crimen.
En apenas siete días, la Policía, con dosis de azar y fallos del detenido, daba al traste con la idea de tantos asesinos que se creen más listos de lo que en realidad son.
Sergio Morate, de 32 años y exnovio de Marina Okarysnka, de 24 años y origen ucraniano, fue el principal sospechoso casi desde aquel 6 de agosto de 2015 cuando las madres de las jóvenes y la del propio Sergio acuden a la comisaría de Cuenca. Los policías inician las pesquisas y pronto llaman a Madrid. "Esto pinta muy feo", les dijeron ese jueves.
El fin de semana, un equipo de agentes del Grupo de Homicidios de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) Central ya estaba en la capital conquense. Comenzaban a tirar del hilo junto con sus compañeros para tratar de reconstruir a toda máquina las horas previas a las tres desapariciones.
Los antecedentes de Morate no eran muy esperanzadores, porque siete años antes ya había secuestrado y extorsionado a otra chica, que le denunció, unos hechos por los que estuvo 18 meses en la cárcel, donde conoció a dos reclusos, piezas también en el puzzle de sus crímenes. Contaba también con antecedentes por pornografía infantil.
ESTABA OBSESIONADO CON MARINA, PERO ELLA NO LE TENÍA MIEDO
El mismo día 6 de agosto, con tres desaparecidos denunciadas, la Policía ya cuenta con bastantes certezas. Marina y Sergio habían sido novios varios años, pero en enero ella le había dejado y se había marchado a Ucrania. Él no tuvo reparos en seguirla y hacer miles de kilómetros en coche. Se volvió con las mismas sin que ella aceptara verle.
En Semana Santa, Marina volvió a Cuenca. Él se presentó en el aeropuerto madrileño de Barajas pese a que ella "no quería verle para nada". Pasaría unos días con sus padres antes de regresar a Ucrania, aunque en verano volvió de vacaciones.
Sergio no había asumido el fin de la relación y su cabeza empezó a barruntar el crimen machista, especialmente al oír rumores de que Marina se había casado en su país. En los días previos al asesinato, habla de acuerdos de extradición o de crímenes como el de José Bretón.
La Policía también sabe que Marina había quedado con Sergio para recoger sus cosas del piso en el que había convivido, pero en la vivienda, registrada a las pocas horas, aún están sus pertenencias.
"No hay ningún rastro de violencia en el domicilio, pero aparece una bolsa con bridas de plástico y unas cuerdas", dicen a Efe dos de los agentes de Homicidios que dirigieron la investigación y que se apoyaron mucho en las familias, especialmente en la madre de Sergio, que colaboró con unos policías que olieron de inmediato que el final iba a ser muy duro para esos padres.
Ambos agentes hacen un retrato de víctima y verdugo. Marina no le tenía miedo a Sergio, era una chica "decidida, con carácter", y prueba de ello es que no le dio chance alguno cuando fue a Ucrania ni cuando volvió a Cuenca. Él era "un palizas, muy pesado, estaba obsesionado con ella", no había asumido el final de la relación y estaba muy alterado con el rumor de que Marina se había casado en Ucrania.
LAURA, EL FALLO CASUAL DE SU PLAN
Los especialistas de Homicidios creen que Marina llamó a Laura, una vieja amiga para que le acompañara a recoger sus cosas a la casa con el único objetivo de "despachar" pronto al ex y poner punto y final definitivo a la historia sin tener que "aguantarle".
Sergio trata de convencer a Marina para que vaya otro día, pero finalmente ambas suben. Lo que sucede en el piso entre los tres no ha podido ser esclarecido, aunque las autopsias sí determinaron que Marina recibió un fuerte golpe en la cabeza y fue asfixiada con una brida y que Sergio estranguló con sus manos a Laura.
Si bien Morate, condenado a 48 años de prisión, se mantuvo en silencio durante el juicio, uno de los agentes escuchó muchas de las explicaciones del detenido a su llegada a España, donde le confiesa que su plan le falla por Laura, ya que él lo tiene todo preparado para enterrar solo a Marina y montarse una coartada.
Fuente: Las Noticias de Cuenca.